La reina de belleza que batiera la corona contra el suelo más por rebeldía que por amor, como se dijo entonces, es ahora una actriz madura que goza del favor de las audiencias dentro y fuera de las fronteras venezolanas. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que el país la vio entregar la banda de Miss Venezuela al día siguiente de haberla recibido por causa de su matrimonio y todavía esta es la fecha en que sus seguidores siguen esperando para aplaudir su próxima travesura. Esta es parte de la historia de Elluz Peraza:
Nací en Caracas, el 26 de enero de 1958. Soy la menor de siete hermanos pero no puedo decir que crecí en una familia numerosa porque varios de mis hermanos se fueron a los Estados Unidos desde muy jóvenes e hicieron su vida allá. Yo viví en Baruta hasta los ocho años, cuando mi padre, alentado por los hijos que habían emigrado, decidió irse también a los Estados Unidos, específicamente a Maryland, donde permanecimos durante tres años. Después regresamos a Caracas y aquí continué mis estudios hasta graduarme de bachiller en el año 75. Cuando entré al concurso de Miss Princesita, en 1974, faltaba como mes y medio para la elección y ya había dos favoritas. Se daba por seguro un cuadro ganador que no me incluía por ninguna parte. Llegó el día de la elección. En el jurado se encontraban José Bardina, Amelia Román, Miguel Angel Landa y Mirla La Primerísima. Lo recuerdo claramente porque para mí fue un impacto encontrarme ahí con aquellas figuras y que encima me miraban con insistencia. Cuando comenzaron a decir los nombres de las ganadoras, las primeras en ser mencionadas fueron las dos que se daban como seguras, que habían quedado de finalistas. Di un vistazo rápido al grupo evaluando quién sería la elegida y pensando "esa no porque tiene las piernas muy flacas", "aquella tampoco porque está medio gordita". En ese momento dijeron mi nombre. Fue muy emocionante... pero sólo para mí porque más de la mitad del público que se encontraba esa noche en el Hilton presenciando el concurso abandonó el local en cuanto anunciaron mi triunfo. Es que yo no tenía barra ni más apoyo que el que mi brindaron mi papá, mi mamá, mi hermano y mi cuñada. Ese año el concurso internacional del Miss Princesita se realizó en Venezuela, de manera que yo fui la anfitriona pues pude desenvolverme entre los periodistas extranjeros con fluidés. Cuando Nery Russo, la organizadora del certamen, me vio hablando con todas las muchachas que vinieron a participar se sorprendió y quiso saber por qué yo no le había dicho que hablaba inglés tan fluidamente. 'Bueno', le dije, 'porque no me lo preguntaron. Yo lo anoté en la planilla pero no lo ando pregonando'. Me parece que yo no tenía la personalidad de una reina de belleza. Nunca la tuve. Y, de hecho, pasé por el Miss Princesita sin pena ni gloria porque no volví a asistir a ningún coctel ni a nada que tuviera que ver con eso. Pero no puedo dudar que fue la Puerta grande por donde entré al mundo de las candilejas .
Nací en Caracas, el 26 de enero de 1958. Soy la menor de siete hermanos pero no puedo decir que crecí en una familia numerosa porque varios de mis hermanos se fueron a los Estados Unidos desde muy jóvenes e hicieron su vida allá. Yo viví en Baruta hasta los ocho años, cuando mi padre, alentado por los hijos que habían emigrado, decidió irse también a los Estados Unidos, específicamente a Maryland, donde permanecimos durante tres años. Después regresamos a Caracas y aquí continué mis estudios hasta graduarme de bachiller en el año 75. Cuando entré al concurso de Miss Princesita, en 1974, faltaba como mes y medio para la elección y ya había dos favoritas. Se daba por seguro un cuadro ganador que no me incluía por ninguna parte. Llegó el día de la elección. En el jurado se encontraban José Bardina, Amelia Román, Miguel Angel Landa y Mirla La Primerísima. Lo recuerdo claramente porque para mí fue un impacto encontrarme ahí con aquellas figuras y que encima me miraban con insistencia. Cuando comenzaron a decir los nombres de las ganadoras, las primeras en ser mencionadas fueron las dos que se daban como seguras, que habían quedado de finalistas. Di un vistazo rápido al grupo evaluando quién sería la elegida y pensando "esa no porque tiene las piernas muy flacas", "aquella tampoco porque está medio gordita". En ese momento dijeron mi nombre. Fue muy emocionante... pero sólo para mí porque más de la mitad del público que se encontraba esa noche en el Hilton presenciando el concurso abandonó el local en cuanto anunciaron mi triunfo. Es que yo no tenía barra ni más apoyo que el que mi brindaron mi papá, mi mamá, mi hermano y mi cuñada. Ese año el concurso internacional del Miss Princesita se realizó en Venezuela, de manera que yo fui la anfitriona pues pude desenvolverme entre los periodistas extranjeros con fluidés. Cuando Nery Russo, la organizadora del certamen, me vio hablando con todas las muchachas que vinieron a participar se sorprendió y quiso saber por qué yo no le había dicho que hablaba inglés tan fluidamente. 'Bueno', le dije, 'porque no me lo preguntaron. Yo lo anoté en la planilla pero no lo ando pregonando'. Me parece que yo no tenía la personalidad de una reina de belleza. Nunca la tuve. Y, de hecho, pasé por el Miss Princesita sin pena ni gloria porque no volví a asistir a ningún coctel ni a nada que tuviera que ver con eso. Pero no puedo dudar que fue la Puerta grande por donde entré al mundo de las candilejas .
8 comentarios:
Gracias a Vos conozco a esta inteligente y guapísima Mujer!
Y como sabés a estas alturas, Nery, me agradan mucho las chicas rebeldes!
Muchas Gracias por mostrarme este camino a tu blog que recorreré muuuuuuuuy seguido!
Abrazote!
Felicitaciones Nery. Este artículo es un excelente comienzo en este mágico medio de expresión. Bienvenida. Besos...
Las cosas de la vida, Nery, hoy mismo leía esta entrevista tan sentida a nuestra inolvidable Elluz.
Mil gracias por el honor de tu visita y tu comentario a mis Azules, y a Alí por hacer que nuestros caminos se hayan cruzado.
Bienvenida a la blogosfera, Nery, y si en algo puedo ayudarte con tu blog, estaré encantadísima :)
besitos!
Nery, escribes muy bien, me han agradado tus expresiones. No sabía lo de la señorita Elluz, veo que es una persona realmente hermosa. Cordiales saludos
Pasando por aqui dando un "vistazo" sea bienvenida a estos senderos bloggeriles Sra Nery ;.)
SUSANA Gracias por tu blog tan reinvindicativo del trabajo de las mujeres, sobre todo cuando todavía en la mitad del mundo se las trata como a un ciudadano de segunda
JUAN Es verdad lo que afirmas, las posibilidades de este medio son buenísimas. Gracias por estar pendiente
AZULES ¡Qué bueno tenerte en mi blog!...y sí, creo que voy a necesitar de tu ayuda. en cualquier momento te estoy molestando. Besos
RUD Elluz es uno de esos talentos venezolanos de exportación...Cuando lo que estamos dando al mundo no es algo de lo que nos podamos orgullecer "precisamente". Gracias por venir, esta es tu casa
GUNDABAD Gracias por visitarme y ayudarme. muchas gracias de verdad
Estimada Nery, estoy a la expectativa de otro maravilloso escrito. Cordiales saludos
Una de mis primas estudio periodismo, recien egreso de la carrera y por lo que me cuenta se las ve muy dificiles, pero es tan aferrada que nada la hará dar un paso atras.
Genial Post!
:)
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